lunes, 4 de octubre de 2010

Tierra: el gran desafío

Se estima que hay alrededor de unos seis mil productores rurales que se encuentran sin tierras.
En las zonas rurales de Uruguay subsisten aún algunos miles de pequeños productores, asalariados rurales, gente que trabaja en la campaña, y carece de tierras para trabajar. (...)

Este problema es histórico en Uruguay y no ha tenido una solución definitiva. En 1948 se crea el Instituto Nacional de Colonización (INC) que, con muchos altibajos, ha logrado incorporar algunas tierras, pero su accionar es notoriamente insuficiente ante las necesidades de la población del campo. 
Se estima que hay alrededor de unos seis mil productores rurales que se encuentran sin tierras. Esta gente está forzada por la necesidad a resolver esa grave problemática porque vive de sus animales y de sus cultivos. Si no resuelven el acceso a la tierra, ellos mismos como productores, se vuelven inviables. 
Con esta dura realidad comienzan a organizarse, también con los trabajadores rurales, formalizando grupos, colectivos, un elemento central y prioritario para el INC ya que el acceso a la tierra de los colectivos permite, sin lugar dudas, un mejor aprovechamiento de la misma y una optimización de los recursos.
Con ese fin, el pasado 27 de agosto se realizó un encuentro de diez grupos de aspirantes a colonos en el regional norte del INC que comprende los departamentos de Tacuarembó, Rivera y algunas áreas de los departamentos de Salto y Paysandú.
La reunión se realizó en la ciudad de Tacuarembó a orillas del río Tacuarembó Chico, entre las elevaciones de la Cuchilla Arbolito y la Cuchilla del Ombú.
El departamento es una región de estancias ganaderas, con predominio de ganado bovino. La producción agrícola es de cereales y oleaginosas utilizada como materia prima para las industrias de la ciudad: cárnica - frigorífica, moliendas arroceras y harineras. Sobre la base de las formaciones forestales funcionan varios aserraderos y fábricas de paneles de contraenchapados.
 Participaron pequeños productores de Paso del Medio, algunas familias de Caraguatá, un grupo de productores hortícolas de Tacuarembó, seis familias de Cardozo Grande y algunos productores de Arerunguá, entre otros.
 Se sumó una buena cantidad de participantes, que representaban aproximadamente a unos ciento veinte productores. Cada uno de los grupos se trasladó por sus propios medios y asumiendo los costos. Lamentablemente se produjo la ausencia de algunos porque no pudieron costear los gastos de traslado.
 El objetivo central de la reunión fue consolidar varios grupos de aspirantes a colonos; en esta instancia se intercambiaron experiencias en cuanto al proceso organizativo que cada uno viene realizando y se estrecharon vínculos para mejorar la coordinación y hacer circular la información. Todo esto encuadrado en el objetivo final de que cada grupo pueda acceder a tierras para trabajar.
 Entre las preocupaciones planteadas se coincidió en que todos deben contar con asesoramiento técnico ya que en la actualidad solamente algunos de ellos lo poseen. El asesoramiento técnico es un factor imprescindible para la consolidación de los grupos.
 Se consideró que es vital que a todos les llegue en tiempo y forma la información proveniente del INC. Se estableció también que todos los grupos deberán concretar algunos requisitos como la inscripción colectiva ante el Instituto.
 Los grupos de aspirantes de Cardozo Grande y Arerunguá, que ya han accedido a algunas hectáreas, contaron sus experiencias lo que resultó altamente positivo y sumamente enriquecedor
 En síntesis, en esta reunión se analizó en qué situación se encuentra cada grupo, cuáles han sido sus avances, sus dificultades, sus preocupaciones, sus propuestas; que trámites han realizado y qué respuestas han recibido.
 Al finalizar el encuentro se conformó una Mesa de Coordinación en la que participa un integrante de cada grupo y cuya primera resolución fue solicitarle una entrevista al presidente del INC, ingeniero Andrés Berterreche.
 Es un problema a resolver por el bien del país, en Uruguay hay 16.000.000 de hectáreas de tierras fértiles para trabajar, la cuestión es cómo las distribuimos, quién las tiene. Este es el gran problema que tenemos que resolver,  dónde necesitamos que el INC siga adelante, que disponga de recursos para la compra de más tierras. Necesitamos que tierras que hoy están en manos de “colonos”,  en situaciones absolutamente irregulares sean devueltas al Instituto y adjudicadas a quién verdaderamente las trabaje.
 En Tacuarembó existe una estancia, una fracción del INC de 2.000 hectáreas conocida comúnmente como “La lata” y los supuestos colonos son los ingenieros Baráibar y Freiría, ambos viven y trabajan en la ciudad de Montevideo. Aquí claramente la ley 11.029 prohíbe este tipo de situaciones. El Instituto inició un juicio ante las irregularidades constatadas en el año 2007 y ese juicio aún permanece en proceso en un juzgado de la ciudad de Tacuarembó sin ninguna solución. Hay una sospechosa lentitud de la Justicia ante esta situación, frente a estos temas. Este no es el único caso, hay muchos otros.
 Teniendo en cuenta la gravedad de la situación tendríamos que encontrar alguna manera mucho más efectiva, sin cometer injusticias, respetando el derecho pero sin caer en la ingenuidad.
artículo extraído de www.mpp.org.uy

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