jueves, 17 de noviembre de 2011

ICIR: Impuesto a la Concentración de la Tierra. Se aprobó en la Cámara de diputados

Participando de Octubre de 2010
"tierra en propiedad social"
Ayer, en Càmara de Diputados, se aprobó la ley por la cual se le pone un impuesto a las extensiones de tierra que superen las 2000 hectáreas índice coneat 100.

Por supuesto que blancos y colorados no lo votaron e intentaron  argumentar en contra. Sobretodo trataron de plantear como que estamos colocando éste impuesto por un motivo "ideológico", que es un planteo "trasnochado", propio de los años 60.

Yo creo que sí, que es un impuesto "ideológico", como lo son todas y cada una de las medidas que toma el gobierno: tienen una "ideología" detrás. En nuestro caso la ideología que nos lleva a éste tipo de medidas, es la de tratar de generar más condiciones de igualdad y oportunidad para todos.

Probablemente éste impuesto no sea suficiente para generar una mayor distribución del recurso tierra. No va a lograr por sí mismo modificar esa realidad. Sin embargo, estoy convencido que es la continuación de un camino . Un camino que tiene que ver con como nos paramos con respecto al tema "TIERRA": el fortalecimiento del Instituto Nacional de Colonización y la prohibición de que las sociedades anónimas con acciones nominativas sean propietarias de tierras, son mojones fundamentales en éste camino. Hoy agregamos otro mojón: el ICIR. Quizá no sea, seguramente no sea, la herramienta final para lograr un verdadero desarrollo rural. Se requerirán otras medidas. Pero comienzo requieren las cosas.

La tierra es un bien de producción, entre otras cosas, finito y que si no lo cuidamos se deteriora. A veces, irremediablemente. En todo el mundo está regulado y los gobiernos, capitalistas o no, no lo dejan librado al mercado y no está permitido, en la gran mayoría de los países, que venga un capitalista o inversor, por más dinero que tenga, a comprar y tener la tierra que quiera. No es así. Todo lo contrario. Hay límites muy severos.

La tierra rural ha aumentado su valor en 10 veces en los últimos años. No importa si su propietario ha invertido y arriesgado en ella o no. Da lo mismo. La propiedad de un señor que no ha invertido nada en su tierra, también aumentó de valor. A partir de ésta constatación, resulta totalmente justo que hagan un aporte a la sociedad. Y es lo que estamos concretando.

Vale la pena dejar constancia que la gran mayoría de los productores agropecuarios no pagará nada de éste impuesto. El 98 % de ellos no pagará. Sólo lo pagarán 1200 grandes propietarios de tierras.