miércoles, 3 de agosto de 2011

Cielito para el Piraña

Clásico. Tacuarembó inaugura su estadio (en mayo de 1955). Fiesta. El 18 de Julio (hoy Raúl Goyenola) luce sus flamantes galas para recibir a la selección de Rivera.

Clásico. Todo el pago está ahí... y Rivera va ganando 2 a 0 y la bronca de todo un pueblo; se las ve feas
Tacuarembó.

Perder, y con Rivera, el día de la fiesta, no es fácil de tragar. Y llega una pelota para un bancario, para el back Guerrero, diría el comentarista, para el pago y nosotros esa camiseta celeste (hoy roja) la tenía El Piraña. Un córner, una corrida corta y de cabeza y al segundo palo... Y gol, y gol en todas las gargantas y piraña para siempre en ese gol del pago.

Jugador de básquet y seleccionado, jugador de futbol y, fundamentalmente, ese compa para prosear en largo en el boliche, en la cuadra o en el Banco Comercial. Miguel Benito Guerrero Barros, El Piraña, dirigente de nuestra AEBU, se acaba de ir y nos dejó toda una vida de docencia de bonhomía, de gente de bien, de compañerismo y fraternidad.

Fundador de la CNT, fue uno de los tres primeros delegados del interior en su representativa junto a Obispo por Paysandú y Rodríguez Belletti por Artigas. Venía El Piraña con su chiste rápido y su optimismo deportivo permanente. Compañero firme en sus ideas y muy unitario, así los recuerdan quienes militaron junto a él.

Militante de todas y en todas, padre de Silvia, Homero, Luis, Gustavo y Andrés (y abuelo de ocho nietos) nacido el 1º de abril de 1934, casado con una maestra
(María Filomena Palermo, su compañera de toda la vida quien lo acompañó en sus momentos duros de militancia) durante 50 años y destituido desde nuestra huelga de 1969, nunca dejó de militar, nunca dejó de soñar y organizar gente para vivir mejor. Creía en una patria de todos y para todos, creía en la gente. (Tuvo también militancia política incluso fue candidato a diputado por Tacuarembó en los años sesenta).

Por eso en la huelga de hambre de 1969 fue voluntario, por eso nunca pudo volver a un banco, los patrones tienen odios largos... (Fue de los que dejó su lugar de reintegro al Banco para que pudieran entrar otros compañeros que estaban muy mal económicamente y venían de una larga cana). El Piraña tenía buena memoria.

Nada para decir; tal vez un dato de los que te visten y calzan: en un boliche entra la policía a buscar al “sedicioso” Miguel Guerrero. El milico grita el nombre entre la barra y las mesas y se detiene el carteo y las tizas en los tacos... alguien contesta, luego de bajar lento su Espinillar y tirar las cenizas de su “La Cubana”: “No, a ese no lo conocemos.”  Y el uniformado se retira agradeciendo al delator: “Gracias, Piraña.”

Así nos reímos una vez más con el Espinillar valiente del dirigente bancario perseguido, el goleador del pueblo, el padre de familia y fundamentalmente el buen tipo, el compañero de todas las horas. Piraña, ¡salud!

Gerardo Forino: Funcionario de - AEBU
Revista del Consejo Directivo Autónomo de Jubilados - AEBU

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