viernes, 14 de diciembre de 2012



La tasa de empleo del quintil de la población más pobre aumentó un 10% en el período 2006-2011 al tiempo que en este sector, la asistencia completa en Primaria es de 99% entre los niños de 6 a 12 años. Estos son algunos datos que el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker, brindó este jueves a la comisión de Población y Desarrollo de Diputados. Enfatizó que 630 mil personas salieron de la pobreza entre 2006 y 2011.
Olesker realizó un nuevo resumen de la información sobre los temas de la convocatoria a comisión manifestando la “incomprensión auditiva” de los legisladores de la oposición, repitiendo cifras ya brindadas e intentando desmitificar el pensamiento de que los beneficiarios de transferencias monetarias —asignaciones familiares y tarjeta Uruguay Social— ni estudian ni trabajan.
En ese contexto, el titular del MIDES informó que para el periodo 2006-2011, la tasa de empleo del primer quintil de ingresos de la población más pobre aumentó un 10%  y recordó que mejoró notoriamente sus condiciones de trabajo e informalidad.
Según informó, en ese mismo rango de ingresos, se registra una asistencia educativa completa en Primaria de 99% entre los niños de 6 a 12 años y subió a casi 85% en el Ciclo Básico. En el bachillerato, el guarismo aumentó de 44 a 47%.
En relación con las cifras de pobreza e indigencia,  se produjo una reducción de pobreza de 40 a 12 por ciento en el periodo 2004 a 2011 al tiempo que la indigencia bajó de 5 a 0,5%.
El ministro resaltó especialmente que bajó a la mitad la brecha de la pobreza, es decir, lo que le falta en promedio a las personas pobres para salir de la pobreza porque mejoraron sus ingresos.
También advirtió que si se realiza una medición de pobreza por índices de educación, salud, vivienda, formalidad en el trabajo y servicios públicos, en 2006 había 1.020.000 uruguayos que no eran pobres y además accedían a estos cinco derechos, cifra que ascendió a 1.650.000 en 2011. “Es decir, que unas 630 mil personas salieron de la pobreza por ingresos y de carencias críticas medidas en términos de acceso a derechos”, dijo.
“Estas cosas no se logran simplemente porque un día pasan sino que se logran porque hay políticas de empleo, de educación, de transferencias, porque hay estímulos a la integración social, en definitiva, porque  hay políticas públicas que el MIDES coordina y lidera”, concluyó Olesker.
Tarjeta Uruguay Social
Según los datos del MIDES, en el marco de la revisión de los criterios de focalización de la Tarjeta Uruguay Social, se redefinió el trabajo de campo, para lo que los equipos técnicos de esa secretaría de Estado realizaron entre setiembre de 2011 a diciembre de 2012, 62.656 entrevistas en hogares.
De acuerdo al procesamiento de esos datos, que se está realizando actualmente y llevan un 80% del total, se efectúa una redefinición de la adjudicación del beneficio, de acuerdo a las situaciones socioeconómicas evaluadas a partir de los mismos. Durante el presente mes de diciembre comenzará el proceso de altas y bajas de acuerdo a esos dichos resultados.
En 2012 el MIDES entregó 73.211 tarjetas Uruguay Social cifra que bajará a 67.500 en 2013 dado que muchos beneficiarios mejoraron su situación económica y dejarán de percibir este beneficio.
Impacto de las políticas sociales
Uno de los informes del MIDES, entregado este jueves al Parlamento, consigna que el reciente proceso de reestructura de ese ministerio lo ha llevado a definir como parte esencial de su visión “asegurar el desarrollo social desde la perspectiva de la justicia social y la equidad, como forma de consolidar la obtención de impactos sociales sostenidos e integrales”.
Para alcanzar este objetivo, el ministro aseguró, son tan importantes los planes y programas específicamente orientados a la población socio-económicamente más vulnerable, como su vínculo con el acceso efectivo y la mejora de los resultados de las políticas sociales universales en materia de educación, trabajo y empleo, seguridad social, cuidados, salud y vivienda, entre otros.
Olesker consideró que hasta el momento los resultados son muy auspiciosos.  "El Uruguay sostiene y consolida unas importantes tasas de crecimiento económico, las cuales no sólo van acompañadas de reducciones significativas en los índices de pobreza, indigencia y desigualdad, sino que además, incluyen marcadas mejoras en la asistencia educativa, el acceso a la seguridad social, el desempeño laboral y la generación de ingresos propios por parte de los sectores más vulnerables de la sociedad", destacó.
A modo de ejemplo, expresó que la cobertura de las transferencias no contributivas entre los hogares del primer quintil de ingresos (el 20% más pobre), pasó de un 68% en 2006 a un 75% en 2011. En ese periodo, los ingresos laborales de dicho estrato crecieron un 74%, mientras que la tasa de empleo de sus miembros aumentó de 47 a 51%, y se redujo su tasa de desempleo, pasando de 23 a 14%.
                                                                                                    Movimiento de Participación Popular

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