Nuestra región es de las principales productoras de madera. Tenemos, además , una de las mayores concentraciones de pinos del País.
Esos bosques fueron plantados al amparo de la política de promoción de la forestación y el destino que tienen es, principalmente, la celulosa, los paneles y el aserrado (tablas, etc.).
La celulosa deja poco trabajo en la zona, más allá de todo lo que significa la plantación de los árboles (viveros y demás) y todo lo que significa el flete y la logística para cosechar y mover todo ese volúmen.
Los paneles son una opción interesante, que se da a través de dos empresas en Tacuarembó. Sin embargo tienen la debilidad que dependen de su colocación en los países centrales, que ahora están en grandes problemas y , por tanto, no están comprando o lo están haciendo a un menor ritmo. Entonces, tenemos muchos árboles, sobretodo pinos, que no están rindiendo lo deseable.
De ahí la definición de nuestro gobierno de meterle valor, meterle trabajo a esos árboles y convertirlos en otros productos que tengan mejor salida y más rentabilidad. Esa es la línea definida por el Gabinete Productivo.
En la jornada de ayer , en Tacuarembó, tanto el Ministerio de Vivienda como el de Industrias pusieron énfasis en la necesidad y en la posibilidad que tiene el sector forestal de destinar parte de su producción a la elaboración de productos con mayor valor agregado.
La vivienda de madera es una de esas posibilidades concreta.
Creo que el desafío está planteado. Desde el Gobierno se han instrumentado una serie de posibilidades y hay apertura para seguir generando medidas que favorezcan la incursión de los privados en ésta cadena de valor. Por ejemplo en el tema de la vivienda de madera, un privado puede presentar su proyecto técnico, obtener el aval correspondiente y luego ponerse a construir , incluso dentro de los plantes que tiene el Ministerio o , también, a través del mecanismo que propone la ley de promoción de la vivienda de interés social (mediante la cual se le exhonera del pago de todos los impuestos nacionales a quien construya).
Ahora le toca mover al sector privado.
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