COLUMNA PUBLICADA 21/2/18"LA OTRA VOZ"
MÁS MEDIDAS PARA EL AGRO
Como es de conocimiento público, el lunes pasado se reunieron los
representantes de las gremiales del agro, "auto convocados" incluidos,
con el gobierno nacional.
A la salida de la reunión, el presidente Tabaré Vázquez anunció nuevas
medidas:
-Devolución
IVA al gas oíl a los productores ganaderos que tributan IMEBA;
-Rebaja
del 18% en la Contribución Inmobiliaria Rural a aquellos que tengan menos de
mil hectáreas índice Coneat 100;
-Rebaja
de 10% adicional en la Contribución Inmobiliaria Rural a aquellos productores
con menos de mil hectáreas índice Coneat 100 y que sean contribuyentes de IMEBA;
-Congelación
o disminución de las rentas de Colonización.
Como lo dijimos la semana pasada, estas medidas se agregan a la rebaja
en el gas oíl para los lecheros, arroceros y horticultores, a la rebaja del 15%
en la energía eléctrica para arroceros y lecheros y a todas las ayudas a la
agricultura familiar que ya se han enumerado y que abarcan a miles de familias
residentes y que viven del trabajo en el campo. Un sólo ejemplo, lo mencionaba
el ministro Benech el otro día: sólo en Tacuarembó se ha asistido a 500
productores en soluciones de agua, subdivisiones, sombras, con una inversión de
casi 3 millones de dólares.
Con las medidas anunciadas esta semana se abarca a cerca del 90 % de los
productores del país.
Tanto la rebaja del gas oíl para los ganaderos como la rebaja de la
contribución inmobiliaria rural requerirán leyes que se aprobarán en los
próximos días. Recordemos que actualmente los pequeños productores rurales
familiares, propietarios de tierras, ya están exonerados de contribución por
las primeras 50 hectáreas.
Más allá de los 4 o 5 que le dijeron algunos disparates a la institución
"Presidencia de la República" y que quedará quizá en el anecdotario
político, rescatamos el ámbito de diálogo que se ha conformado y que refuerza
lo que es una característica de los gobiernos del Frente, que siempre están
buscando el diálogo con toda la sociedad organizada.
Con esta baja del gas oíl a todos los productores que tributan IMEBA, se
concreta la existencia de un gas oíl con precio más bajo para todos los
sectores productivos. Muchos gobiernos lo habían anunciado pero poco se había
concretado. Hoy es una realidad.
En cuanto al tema de la baja en la contribución inmobiliaria rural,
respaldamos lo resuelto por nuestro gobierno que es quien lleva la batuta, que
tiene el tema en sus manos y sobretodo los números.
Se pedían medidas generales. Pues aquí hay medidas generales. En lo
personal nos generan dudas las medidas tan generales. Un propietario de 700,
800, 1000 hectáreas Índice Coneat 100, es una empresa fuerte. Setecientas
hectáreas a tres mil dólares cada una, nos da un capital en tierras de más de
dos millones de dólares.
La contribución inmobiliaria rural no es estrictamente un impuesto,
debería aplicarse más el concepto de tasa, ya que es un precio que se le cobra
al dueño de tierras para el arreglo de la caminaría por parte de las
intendencias. Si la Intendencia arregla o no los caminos, estamos en otro tema,
ahí estamos hablando de la "calidad" de los servicios que presta la
intendencia. Pero, en principio, esos recursos, se destinan a ese tipo de
trabajos.
Sabido es que la Contribución Inmobiliaria Rural se establece por ley
nacional (iniciativa del Poder Ejecutivo y aprobación por el parlamento), pero
que va destinada, el total de su recaudación, a las Intendencias. En el
gobierno de Batlle se la había bajado un 18%. En el 2015, por un acuerdo entre
el gobierno nacional y el Congreso de Intendentes se eliminó dicha rebaja, por
lo cual tuvo un aumento importante, por encima de la inflación.
Ahora se volverá a aquella rebaja del 18% y, a la vez, otro 10% (total
28% menos) para aquellos productores propietarios de tierras de hasta 1000 hectáreas
Índice Coneat 100 y que a la vez tributen IMEBA (que son la enorme mayoría de
los ganaderos).
La Intendencia de Tacuarembó recauda 142 millones de pesos por año de contribución
inmobiliaria rural. Unos 4.8 millones de dólares. Evidentemente va a tener una
baja en su recaudación y que eso será el aporte que como parte del Estado le
corresponde hacer en el diseño de la política hacia el agro. Seguramente no es
un monto demasiado significativo, habida cuenta de los importantes ingresos,
tanto de origen departamental como nacional que recibe la comuna.
El gobierno nacional ha disminuido las contrataciones y los gastos de
propaganda, por ejemplo. La Intendencia debería asumir el mismo camino,
solamente en gastos de propaganda que se pudieran disminuir desde el gobierno departamental,
casi que no se notaría esa rebaja de la contribución.
Bienvenidas estas medidas para el sector agropecuario y bienvenido todo
lo que se han venido haciendo por parte del gobierno nacional para promover a
la producción agropecuaria que es uno de los motores claves de la economía
nacional.
Lo bueno de toda esta movida que ha habido entre Enero y Febrero, es que
nos está obligando, como sociedad, a discutir en serio la cuestión del agro. Con
datos objetivos y reales. A nosotros,
como integrantes de la fuerza política que está en el gobierno, nos ha dado pie
para volver sobre temas que para nosotros son claves: la carga tributaria del
agro -que no es mayor a la que tienen otros sectores de la economía- puede y
debe ser discutida: entendemos que hay que castigar tributariamente a la
especulación dentro del sector para ayudar a los que necesitan ayuda; la propiedad
de la tierra y su uso y en especial el peso que tiene el arrendamiento de la
tierra en los costos de producción debe, de alguna manera, ser regulado; la
cantidad de personal ocupado por cada hectárea de tierra y cómo podemos
diferenciar aportes a la seguridad social, de manera de premiar al productor
que ocupa más mano de obra; el rol de la asistencia técnica y de la extensión,
como una herramienta imprescindible para el desarrollo del productor familiar.
Dejamos por acá. Volveremos sobre estos temas, porque si somos de verdad
un país agropecuario, el tema debe estar en la cabeza de todos, de quienes
viven en el campo y de quienes nunca pisan en él. Es la forma de querer y de
valorar. Realmente, nuestra historia y nuestro potencial.