PRODUCTOS DE PRIMERA NECESIDAD A BAJO COSTO. LA PROPUESTA DEL PIT CNT.
Queremos referirnos a la propuesta que viene formulando el PIT CNT , en el sentido de propiciar al venta de una canasta de productos de primera necesidad a un precio menor del que esos mismos productos tienen en el mercado.
La inflación, que es una preocupación del gobierno y también del pueblo, tiene entre otros componentes que la generan y que la empujan al alza, el precio de los alimentos y de la vivienda entre otros .
Hay quienes plantean que la inflación se controla achicando el aumento de los salarios; en otros casos se ha procurado un control administrativo de los precios y , en el caso de nuestro gobierno, se ha ensayado , para casos puntuales , algunos acuerdos de "buena voluntad" en algunos precios.
Sin embargo la propuesta de la central de trabajadores, apunta en otra dirección y por eso nos parece que es atendible y que es muy válido profundizar en su instrumentación .
La propuesta que se ha venido esbozando, va por el lado de disminuir el peso que tiene la intermediación en el precio final de algunos productos. Si se lograra una canasta básica de productos (25-30-50 productos de primera necesidad), que le llegaran a los trabajadores y a los sectores populares, a los precios de los mayoristas, ya tendríamos un gran avance. Naturalmente: si el consumidor pudiera pagar un precio igual o similar a lo que recibe el productor de un alimento, estaríamos en mejores condiciones aún. Todos sabemos que un kilo de fruta puede costar 50 o 60 pesos en el supermercado, cuando quien lo produce puede estar recibiendo menos de 10 pesos . Toda la cadena de intermediación , más el marketing y la propaganda, terminan encareciendo enormemente los productos de consumo popular.
El planteo del PIT CNT es un planteo en construcción. Es por eso que lo saludamos y nos sumamos a quienes están pensando con otra cabeza (o más bien con cabeza propia) en los problemas reales que tienen nuestras familias y nuestra economía.
El camino de instrumentar una canasta básica de productos a un precio más bajo que el del mercado, va a enfrentar dificultades. Habrán, seguramente, poderosos intereses económicos que procurarán su fracaso.
Pero es un desafío: habrá que pensar en distribuir con los menores costos , con poca o nada de burocracia, con nada de gasto en marketing y, seguramente, con mucho control social. Por eso los sindicatos , y por que no las cooperativas y otras organizaciones sociales , son el ámbito adecuado para ir desarrollando la propuesta y haciéndola viable.
En las ciudades del interior se pueden establecer centros de distribución sin mayores complicaciones y en el área metropolitanta se puede empezar con alguna experiencia en alguna zona y sabemos que se está hablando con CAMBADU.
El otro rubro que pesa en el bolsillo de los trabajadores es el alquiler. Cuánto más trabajo, más cobran por los alquileres quienes tienen viviendas para alquilar. Así funciona el mercado. Lo vemos en todos lados. Es imposible que un obrero que gana 10 o 12.000 pesos pueda pagar 8.000 de alquiler. Las políticas de vivienda que viene implementando el gobierno están dando resultados, pero todavía hay un trecho por recorrer: más cartera de tierras, más autoconstrucción, mas viviendas con materiales alternativos.
Por último. Nosotros estamos trabajando, hace ya un tiempo, en un proyecto para lograr que el Estado le compre, directamente, los alimentos que utiliza, a los agricultores familiares, a las cooperativas sociales que producen alimentos a partir de la agricultura familiar y a los pescadores artesanales. Tiene por objetivo desarrollar y fortalecer a éste sector. Hay un grupo en el Poder Ejecutivo, denominado de "Compras para el Desarrollo". Allí está nuestra propuesta. Es bien posible pensar en unir a quienes producen los alimentos con quienes los consumen, evitando el lucro excesivo de la intermediación.
